Iglesia Beatas de Belén

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Iglesia Beatas de Belén

El templo Beatas de Belén en la Nueva Guatemala de la Asunción fue inaugurado el 25 de enero de 1852.

Por: Ch.Gt / Fotografía: Boris De León.

La Orden de los Betlemitas es la primera congregación religiosa fundada en tierras americanas en 1653; una obra de Pedro de San José de Betancour, quien llegó a Santiago de Guatemala (La Antigua) hacia 1650.

Desarrolló aquí una obra social sin precedentes: el primer hospital para convalecientes, escuela para niños y alfabetización para adultos, además de refugio a forasteros y estudiantes.

Obras que continuaron sus seguidores en Santiago con la fundación de un beaterio y un hospital, y que más tarde se extendieron a algunos países de América y Tenerife, España, la isla donde nació.

En el Valle de la Ermita

El templo Beatas de Belén en la Nueva Guatemala de la Asunción fue inaugurado el 25 de enero de 1852. Y aunque ha sido parcialmente dañado por los terremotos que han sucedido en el siglo XX, ha recuperado su belleza arquitectónica.

De su estructura original solo queda el templo; en el lugar que ocupaba el convento fue construido el edificio estatal del Registro de la Propiedad Inmueble.

Ya instalados en la Nueva Guatemala de la Asunción, en 1781, se abrió una escuela de primeras letras, hospicio para atender a desvalidos y servicios de enfermería para enfermos convalecientes.

Personas que eran traídas inicialmente sobre los hombros de los hermanos desde el hospital San Juan de Dios hasta Belén, de la misma forma como lo hizo su fundador.

En esta ciudad también tenían a su cargo dos Capillas de las Ánimas, fundadas por Pedro de Betancour en Santiago.

Y hacia mediados del siglo XIX el beaterio de Belén tomó nuevas orientaciones bajo la dirección de sor Encarnación Rosal, beatificada el 4 de mayo de 1997 por el Papa Juan Pablo II.

Una religiosa a quien se le habría aparecido la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, el día Jueves Santo 9 de abril de 1857. Hecho que dio origen a la Festividad de Los Dolores Internos del Corazón de Jesús en la iglesia del Beaterio de Belén.

Esta festividad también está presente en casi todas las iglesias del Centro Histórico de Guatemala.

La orden de Beatas de Belén y sus orígenes en Santiago

Es el séptimo convento y al mismo tiempo el tercer beaterio constituido en Santiago de Guatemala.

La mayor gloria  de la Congregación de las Beatas de Belén reside en que su convento fue fundado por Pedro de San José de Betancour, hacia el año de 1653, para dictar doctrina a la juventud y brindar ayuda a los convalecientes pobres, y funcionaba en una pequeña casa con techo de paja.

Sin más fondos que su convencimiento por ayudar a los necesitados, su obra creció y logró fundar un hospital con el apoyo de la congregación de San Francisco.

Al fallecimiento de su fundador, en 1667, sus sucesores se encargaron a través de los años de hacer realidad su sueño de construir una iglesia. Y más tarde un hospicio.

Encargó a fray Rodrigo de la Cruz la introducción del gobierno monástico, así como la institución de la congregación, cuyos estatutos se hicieron ese mismo año, quedando confirmados por fray Payo Enríquez de Rivera, obispo de Guatemala.

Así, el 25 de enero de 1668 los hermanos hicieron votos de obediencia y hospitalidad, eligiendo como prelado al mismo fray Rodrigo de la Cruz.

Y el 6 de febrero el obispo aprobó la indumentaria que habrían de llevar los hermanos de Belén en lo sucesivo: capilla (capa) y sombrero; anteriormente llevaban la cabeza descubierta a imagen de su fundador.

Este ordenó que doce sería el número de hermanos que habría de tener el convento, en alusión a los apóstoles; aunque las circunstancias han variado de acuerdo a los tiempos.

Beaterio de Belén

Es el tercer y último beaterio constituido en Santiago, después de Santa Rosa de Lima y Nuestra Señora del Rosario.

Funda el beaterio fray Rodrigo de la Cruz en el año 1670, para extender especialmente la atención a mujeres pobres, desvalidas y necesitadas, con el apoyo de doña Agustina Delgado y su hija Mariana de Jesús, viudas de nobles virtudes.

A ellas se sumaron luego otras que vistieron el hábito de la tercera orden de San Francisco, para luego pedir la autorización al obispo para que las beatas vistieran el mismo hábito de los hermanos.

Por más de un siglo sirvieron las betlemitas a las enfermas y convalecientes de escasos recursos, y en 1781 abrieron escuelas públicas en Guatemala y México, para que además pudieran relacionarse con el mundo.

Aunque en Perú funcionaron hospitales para la atención de mujeres, éstos siempre estuvieron separados de los conventos, y fueron atendidos por personas civiles del mismo sexo, condiciones aprobadas por el papa Benedicto XIII en septiembre de 1728.

Congregación guatemalteca

El mayor realce para Guatemala es haber sido la cuna de la Congregación de Belén; por tal razón el prelado nacional tiene el título de Prior. Es la primera Orden fundada en tierras americanas.

A través del tiempo esta Congregación  de orígenes modestos, es una de las más observantes en el tema espiritual y de servicio. Y hacia finales del siglo XVII, tan solo dos décadas de constituido su gobierno monástico, ya se había extendió por toda América con 11 casas y 18 conventos.

Desde su fundación ha contado con el reconocimiento del Vaticano

El Papa Clemente X expidió diversas bulas a favor de los Betlemitas: la primera del 2 de mayo de 1672 aprueba los primeros estatutos; la segunda del 3 de noviembre de 1674 reafirmo las anteriores y agregó otros. Y el 1 y 5 de diciembre del mismo año les concedió varios privilegios.

El Papa Inocencio XI erigió a la Congregación Betlemita bajo las reglas de San Agustín, el 26 de marzo de 1687. Y el 26 de mayo le concedió todas las indulgencias que goza la Orden de San Agustín, entre otros reconocimientos.

Además, Clemente XI, según bula del 3 de abril de 1710, declaró a la Congregación de Belén como una verdadera religión.

Mientras que el papa Pío VI concedió que pueda celebrar misa propia para la fiesta de Nuestra Señora de Betlén, la dominica.

Algunos de los hermanos de la Congregación de Belén, reconocidos por su santidad son el propio Pedro de Betancourth, fray Rodrigo de la Cruz, fray Blas de Santa María, fray Francisco del Rosario, fray Domingo de San Juan y fray Francisco de la Trinidad.

Santo Hermano Pedro de San José de Betancur

Nació en Tenerife, Islas Canarias el 21 de marzo de 1626, y murió en Santiago de Guatemala el 25 de abril de 1667, a los 41 años.

Desde que llegó a ésta ciudad dedicó su vida a proteger a los enfermos, niños y ancianos, con escasos recursos y apoyado por seglares que vieron en su obra una forma de apoyar a la sociedad.

Al no poder ingresar al convento profesó como miembro de la tercero orden de San Francisco reviviendo la obra de Jesús de Nazaret en las virtudes de humildad, pobreza y penitencia; llamando a su obra Belén.

Visitó hospitales, cárceles, personas pobres y otros, para luego acogerlos en una pequeña y humilde casa que utilizó como hospital.

Para realizar su obra construyó un oratorio, una escuela para niños, una enfermería y una posada para sacerdotes migrantes y estudiantes. Enseñó a leer a personas adultas.

Al desarrollar su obra encontró en el camino a otros terciarios que lo imitaron, con lo cual se fundaría más tarde la Orden de los Bethlemitas y de las Bethlemitas, que más tarde se extendería por otros países de la región.

Pedro de San José de Betancur fue beatificado el 22 de junio de 1980 por el Papa Juan Pablo II. Y canonizado por él mismo el 30 de julio de 2002.

Fervor religioso en semana santa

Se veneran en su interior la mayoría de imágenes coloniales que conservaba en Santiago de Guatemala, entre ellas la patrona Nuestra Señora de Belén, así como San José y Jesús Nazareno de la Indulgencia.

Y el cuadro del Niño Jesús del Nacimiento pintado por Alonso de Paz.

A partir de 1969, año en el que se inaugura el recorrido procesional de la imagen de Jesús Nazareno de la Indulgencia en martes santo, aumenta el fervor entre los guatemaltecos católicos que se congregan en las principales calles de la zona 1 para apreciarlo.

Una imagen muy expresiva de Jesús crucificado de estilo barroco, que muy bien transmite el dolor, sufrimiento y compasión del nazareno.

Iglesia Beatas de Belén

Ubicada en la 9ª avenida y 14 calle zona 1.

Tel: (502) 2221 3431