Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá

PATRIMONIOS:

Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá

Se forma como capital de un Estado autónomo entre los años 723 y 784

Quiriguá conserva vestigios de la civilización Maya que se estableció en Izabal, Guatemala, entre los siglos III y X dC, aunque alcanzó su máximo esplendor entre el 426 y el 810 dC.

Se forma como capital de un Estado autónomo entre los años 723 y 784, cuando fue gobernada por Cauac Cielo. Sus admirables monumentos del siglo VIII y su conjunto de estelas y calendarios esculpidos en piedra son una fuente invaluable para conocer más de la civilización Maya.

Quiriguá conserva un “valor universal excepcional” que la hacen acreedora al título de Patrimonio Mundial de la Humanidad que le confiere la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco; esta es una breve síntesis:

El Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá está formado por 34 hectáreas donde se conserva la arquitectura antigua y los diecisiete monumentos que fueron tallados entre los años 426 y 810 dC. Es uno de los principales testimonios de la civilización maya, y por razones que aún no están claras, luego entró en un período de declive.

A la llegada de los conquistadores españoles el control de la ruta de jade había sido tomado por Nito, una ciudad más cercana a la costa caribeña. La mayoría de  monumentos que respaldan la fama mundial de Quiriguá pertenecen al siglo VIII, cuando adopta su función de residencia real y centro administrativo; aunque conserva ruinas y vestigios de viviendas que oscilan entre los años 200 y 900 dC.

Quiriguá conserva el mayor espacio público conodico en toda el área maya: la Gran Plaza. Alrededor de ésta se ubican la Plaza Ceremonial y la Plaza del Templo, notables por la complejidad de su estructura: un sistema de pirámides, terrazas y escaleras

Y es muy destacada la producción de monumentos monolíticos de piedra o piedra arenisca sin el uso de herramientas de metal.

La variedad de estelas del sitio contienen textos jeroglíficos que describen fechas significativas del calendario: eventos celestiales como eclipses, pasajes de la mitología maya y eventos políticos, así como eventos sociales e históricos importantes en el desarrollo de la ciudad.

Si bien es cierto que estas inscripciones brindan una mejor comprensión del ascenso y la caída de Quiriguá, también lo es que describen el lapso de tiempo entre los años 426 dC y 810 dC, un período de 394 años que hace posible reconstruir partes de la historia Maya. En este breve tiempo de construcción de estelas, Quiriguá fue una de las dos ciudades que erigieron regularmente monumentos que marcan el final de los períodos de cinco años.

Estos son los criterios utilizados por Unesco para calificar a Quiriguá como Patrimonio Cultural de la Humanidad:

Criterio (i):

Los monumentos del Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá son un ejemplo sobresaliente y el mayor cuerpo de obras maestras del arte Maya. Son una representación avanzada de la habilidad artística de sus escultores y el significado y la belleza de cada pieza han sobrevivido al paso de esta civilización, convirtiéndose en obras maestras universales.

Criterio (ii):

Los monumentos del Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá fueron esculpidos durante el período Clásico, que data del 250 dC al 900 dC. Entre los tiempos de 700 dC a 850 dC surgió y floreció un estilo de arte conocido como “La escuela de Motagua”. Este estilo se ve en los monumentos de Quiriguá y, a su vez, tuvo una fuerte influencia sobre la producción de arte en el área Maya de Copán (Honduras) y Belice.

Criterio (iv):

El Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá contienen algunos monumentos sobresalientes del siglo VIII y una impresionante serie de estelas talladas, así como calendarios esculpidos que constituyen una fuente esencial para el estudio de la civilización Maya. Las ruinas de Quiriguá conservan una sorprendente serie de estelas y calendarios esculpidos, parcialmente descifrados, que constituyen una fuente notable y única de la historia de los acontecimientos sociales, políticos y económicos de la civilización Maya. Las esculturas zoomorfas (forma de animal) y antropomorfas (forma humana) se encuentran entre las obras precolombinas más atractivas conocidas.

Integridad

Todas las características que expresan el “valor universal excepcional” del Parque Arqueológico y las Ruinas de Quiriguá, están debidamente protegidas dentro de los límites de la propiedad inscrita: un área de 34 hectáreas, que permite el nivel más alto de conservación. Cada uno de los monumentos, verdaderas obras maestras del arte Maya, se encuentran in situ y en armonía con el entorno natural y cultural que lo rodea. Se han tomado medidas de protección a lo largo de los años para prevenir los daños causados ​​por el desarrollo humano y la negligencia. Sin embargo, la proximidad al río Motagua y la falla geológica del mismo nombre hacen que el Patrimonio Mundial sea vulnerable a desastres naturales, por lo que también se han tomado medidas preventivas para tener el mayor control sobre los factores ambientales.

Autenticidad:

Los monumentos que conforman el Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá incluyen estelas, altares y esculturas zoomorfas (forma de animal), talladas en piedra arenisca y usadas para honrar a los gobernantes mayas de Quiriguá. Cada monumento captura la imagen de los gobernantes y está acompañado de un texto jeroglífico con fechas y eventos míticos, históricos y políticos. Todo reflejado en alto relieve en el estilo de “La escuela de Motagua”, mostrando el más alto nivel de desarrollo artístico que se encuentra en todo el arte Maya. Las condiciones de forma y diseño, materiales y sustancia se han mantenido y se han observado los medios de conservación.

 

Requisitos de protección y gestión:

El Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá están protegidos por la Constitución de la República de Guatemala y la Ley de Protección del Patrimonio Cultural Nacional y Áreas Protegidas, entre otros recursos legales. Asimismo, el Estado ha ratificado varias convenciones internacionales para la protección del patrimonio cultural en general. La propiedad tiene un Plan de Gestión preparado por el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, entidad a cargo del sitio. Este plan incluye quince objetivos culturales y ocho objetivos naturales, cada uno de los cuales tiene acciones específicas para la protección, conservación y promoción del patrimonio cultural y natural del parque a corto, mediano y largo plazo, e incluye la participación de la comunidad.

El mayor desafío para la protección del Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá es minimizar los daños causados ​​por las inundaciones. Se trabaja constantemente para proteger de forma adecuada la propiedad cultural en su conjunto. Y más concretamente, la protección individual de los diecisiete monumentos. Los nuevos diseños para mejores refugios se han desarrollado recientemente y se están tomando medidas para implementarlos.

En síntesis, el Parque Arqueológico y Ruinas de Quiriguá posee, entre otras características, “un valor universal excepcional”, porque en sus estelas se ve reflejado el más alto nivel de desarrollo artístico que se encuentra en el arte Maya, conocido como “La escuela de Motagua”.

Un orgullo de la cultura precolombina de Guatemala declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.