Es uno de los primeros barrios que se funda en la Nueva Guatemala de la Asunción; aparece ya en los planos de la ciudad que trazó Marcos Ibáñez en 1778.

Ubicado al noreste de la plaza mayor, aunque con mayor definición hacia 1806, se identifica como uno de los barrios de mayor importancia por su antigüedad, donde radica hacia mediados del siglo XIX una población popular, conservando en buena medida el estilo colonial de sus construcciones.

En aquella época, una pila a través de la cual se distribuía agua al vecindario, ornamentaba la plaza utilizada como área verde y de recreación.

Las calles del barrio de La Merced sirvieron como escenario para desarrollar las principales fiestas sociales y religiosas de tradición, como celebraciones de cuaresma, velatorios y la quema del diablo y de judas, tan arraigadas en la época, e incluso hasta nuestros días.

Alrededor de la iglesia de La Merced, de donde deriva el nombre del barrio, continúan desarrollándose, hasta nuestros días, las procesiones de mayor fervor del pueblo católico durante la semana santa, como la de Jesús Nazareno, una imagen que sale en procesión los días martes santo (La Reseña), y viernes santo, y porque además es patrón jurado de la ciudad de Guatemala.

Un templo también visitado los días miércoles por los fieles que acuden a elevarle sus oraciones a la imagen de San Judas Tadeo. Y especialmente el 28 de octubre cuando se celebra una fiesta en su honor, un día que la iglesia se llena de fieles católicos.

Uno de los vecinos ilustres que vivió en este barrio a mediados del siglo XX fue el periodista, dramaturgo y poeta Manuel José Arce, autor del `Diario de un Escribiente´, una de las obras literarias nacionales más conocidas en el país. Situada en el callejón Delfino, una plaqueta de reconocimiento identifica a la casa en la 11ª avenida “A” 4-30, zona 1.

El barrio La Merced comprende de la actual 9ª hasta la 12ª avenida, y desde la 1ª hasta la 7ª calle de la zona 1; principiando desde la parte sur del Cerrito del Carmen.